Nunca me había parado a pensar lo que es realmente el color.
Félix de Azúa hace un reflexión muy profunda y acertada
acerca de él.
Es cierto que los colores como tales no existen, y que son “espectros
de nombres” y según la ciencia son señales que nos permiten ordenar el entorno.
¿Os imagináis un mundo sin colores? ¿O un mundo reconocido
solo a partir de colores primarios? Sería algo inconcebible para nuestro
subconsciente y sobre todo muy aburrido.
La percepción del color cambia según la persona, el lugar de
origen e incluso según su propia sensibilidad. Hay colores que se asocian desde
tiempos inmemorables con sentimientos, como por ejemplo el verde con la
esperanza o el rojo con la pasión…pero por ejemplo los orientales relacionan el
rojo con la buena suerte.
Además de la
procedencia también influye el sexo y la profesión de la persona. Según un estudio
las mujeres prefieren los colores claros, los expertos en el campo del diseño
se decantan por los tonos pasteles y los argentinos los colores pasivos, los
cercanos al gris.
La experiencia también es otro factor importante en el campo
del color. Nuestros abuelos tienen la capacidad de reconocer mas tonos de
grises debido a que veían la televisión y las películas en blanco y negro y
quizás nosotros reconocemos mejor otros colores, como ejemplifica el autor del
texto.
Un claro ejemplo de todo esto es, que a lo largo de la
historia del arte pintores como Degas, Manet o Rembrandt nos han dejado claro
que tenían una perfección totalmente distinta del color y esto se ve reflejado
con claridad en su obra y también pintores como Goya o Picasso han tenido
épocas relacionadas con un color en concreto, la época negra y azul
respectivamente, en las que quedan reflejadas el estado de ánimo de estos.
Entiendo que para ti el color es, además, una cuestión muy importante. Me alegro de que el texto de Azúa te haya ayudado a reflexionar sobre un tema al que, cotidianamente, no le damos ninguna importancia... o muy poca. ¡Buena entrada! Me ha gustado la imagen.
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